jueves, 19 de mayo de 2011

PERMISO PARA DAR LUZ A LA DANZA


Abiertas al corazón del cielo y al vientre de la madre tierra, pedimos permiso a la energía de las ancestras danzantes de Tastil para vivir la danza como ofrenda al dar a luz y renacer de nuevo mediante parto natural, dejando emerger nuestro sagrado femenino para volver a sentirlo, percibirlo, intuirlo.
Es el reto de las naturales de la tierra, rehacer la creatividad atrofiada, el volver a enraizarse a la vida, germinar, florecer, darle luz a la gran mujer susceptible de percibir las dimensiones sutiles del cielo y de la tierra nutriéndose, envolviéndose, transformándose en el fruto maduro del universo rescatando el poder de estar incluidas más allá de lo tradicional.
Orando, danzando y cantando bajo lunas llenas

 Con gratitud y entusiasmo imantábamos la presencia amorosa de la fuerza de lo sagrado femenino con el propósito de recibirla y sacar adelante la tarea que nos fue otorgada de la apertura del portal femenino ancestral del alma lunar andina.

Animadas con el mismo espíritu  que sostuvo el quehacer de las antiguas festividades,  centradas en el tiempo de preparación para el gran reencuentro, trabajamos para poder recibir y ofrecer a quienes llegaran a la celebración de la madre creadora una bienvenida bajo un clima generoso noble, cálido y sencillo.













JUNTO AL ALTAR DE LA PACHA

Reunidas alrededor de la energía de nuestra madre tierra, que nos engrandece , escuchamos hablar de un largo camino recorrido. El de la pertenencia, el arte de vivir con sentido solidario con sensible calma, fuerza y alegría conectadas con el misterioso espíritu de  hermandad, libres de toda opresión y de ideas limitantes como mujeres templadas en el trabajo de ser preecursoras de la belleza y del ser visionario cuidador de la vida.
Recordamos el ser parte de la naturaleza toda, no dueñas, y que todas compartimos un destino común.

ENRAIZANDONOS CON LA ENERGIA DEL LUGAR DE LA DANZA

En el espacio de reunión fuimos sintonizando los sentidos con el lugar, haciéndonos parte de él, recordando las relaciones responsables, involucrándonos e inspirándonos a recuperar el poder de servir plenamente, rebosantes de sabiduría creadora de vida, honrando el propósito que nos ha reunido para sanar y extender las conexiones con la creación y sus criaturas mediante las medicina sagrada de la danza para volver a escuchar los mensajes y las guías de la magia liberadora de nuestra estadía en la madre tierra.







-Los momentos de silencio interior en la danza nos recuperan el tiempo de conexión con los espíritus del cielo nocturno, los sentidos vuelven a escuchar los susurros de la madre tierra que da sus mensajes en la intimidad del ensoñar y como hijas hermanadas de la madre sabia honramos la memoria lúdica natural y poderosa en la pausa que nos ofrece curación a todas .
Así comprendemos los códigos mágicos de los lenguajes intuitivo-receptivos vivientes de lo femenino sublimando y descubriendo nuevas perspectivas en el sentimiento, la emoción y la actitud. La evidencia sublime auténtica se muestra en el cielo reflejando fehacientemente nuestra reconexión con lo humano y divino en este espacio mediador entre cielo y tierra. 
Ella brilla en el círculo celebrando junto a nosotras la unidad.



MUJERES QUE DANZAN CON LA VIDA

La experiencia directa, viviente del gran misterio hace que el espíritu sagrado sobrevuele y nos vuelva a habitar reuniéndonos con el alma de todas las creaciones de la naturaleza para que ella sea nuestra aliada, la guía en el compartir con el conjunto, con lo sagrado y vital de la memoria originaria.