PERMISO PARA DAR LUZ A LA DANZA
Abiertas al corazón del cielo y al vientre de la madre tierra, pedimos permiso a la energía de las ancestras danzantes de Tastil para vivir la danza como ofrenda al dar a luz y renacer de nuevo mediante parto natural, dejando emerger nuestro sagrado femenino para volver a sentirlo, percibirlo, intuirlo.
Es el reto de las naturales de la tierra, rehacer la creatividad atrofiada, el volver a enraizarse a la vida, germinar, florecer, darle luz a la gran mujer susceptible de percibir las dimensiones sutiles del cielo y de la tierra nutriéndose, envolviéndose, transformándose en el fruto maduro del universo rescatando el poder de estar incluidas más allá de lo tradicional.
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